Limpiar borraja es laborioso. Los que se decidan a preparar el plato con borraja fresca pueden optar por el método tradicional de limpieza, tirando de cuchillo para quitar las hojas y las hebras, o utilizar un estropajo para frotarla. Con la opción del cuchillo se desperdicia demasiado producto; con la del estropajo, se modifica en gran medida su textura natural.

Una tercera posibilidad es poner la verdura en un recipiente con sal gorda y frotarla con fuerza. Después, hay que lavarla bien bajo el chorro de agua fría.

La cuarta opción es simplemente no limpiarla. Quien lo prefiera, la puede dejar con sus pelillos o pinchitos; pero si no tiene la suficiente calidad, esos pelillos y las hebras pueden llegar a resultar molestos.

PASO 1
Cortar muy fina la cebolla y cocerla a fuego fuerte durante tres minutos en una cazuela con el caldo justo para cubrirla.

PASO 2
Mientras tanto, sacar las borrajas y las patatas de los frascos, escurrirlas e incorporarlas a la misma cazuela de la cebolla para que se calienten, añadiendo el resto del caldo. Nos hemos decidido por la borraja en conserva, porque se ahorra mucho tiempo sin perder calidad. En el caso de las patatas, lo hemos hecho porque estas de Gvtarra son un lujo.

PASO 3
Aparte, en una sartén, se fríe en aceite el ajo ya pelado. Apagar el fuego y echar al aceite el pimentón y unas gotas de vinagre. Incorporar enseguida este preparado a la cazuela, revolver con cuidado y servir.