Desde su primera certificación ISO 14001 en el año 2004, Gvtarra lleva a cabo un significativo esfuerzo para desarrollar estrategias de mejora continua para adaptar sus procesos y responsabilidades a los requisitos de su Sistema de Gestión Ambiental.
Bajo estas premisas corporativas, la compañía ha trabajado a lo largo de los últimos meses en el objetivo de cumplir los nuevos requerimientos y renovar las certificaciones de gestión medioambiental conforme a la nueva versión de la norma internacional. AENOR es la empresa encargada de certificar el nivel de competencia en Gestión Ambiental según la Norma UNE-EN ISO 14001:2015.
Estos son los resultados del desempeño medioambiental de Gvtarra en el año 2021:
Índice de vertido (m3 vertidos/ Kg PE fabricado)
El cumplimiento de la Norma UNE-EN ISO 14001:2015 permite prevenir, identificar, actuar y reducir los impactos negativos en el medio ambiente, además de optimizar los consumos de energía, materias primas y agua, al tiempo que establece pautas para mejorar los procedimientos desarrollados para lograrlo.
En consecuencia, la certificación del Sistema de Gestión Ambiental refuerza el compromiso de Gvtarra con el cuidado del entorno y el aprovechamiento respetuoso de los recursos naturales, que son los ejes principales de su estrategia medioambiental. La carta corporativa de la empresa hace suyos los principios del desarrollo sostenible que promueven la exigencia de garantizar las necesidades del presente sin comprometer las posibilidades de las generaciones futuras.
Esta es nuestra política medioambiental
Conservas Hijos de Manuel Sanchez Basarte, S.A.U. (Gvtarra), sociedad perteneciente al Grupo The Real Green Food Company (TRGF), ha desarrollado su Sistema de Gestión Ambiental bajo las políticas de gestión y calidad implantadas en el Grupo. Los principios fundamentales de dichas políticas son el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales y la preocupación por reducir vertidos, residuos y emisiones. La planta de Villafranca trabaja ajustándose a la norma ISO14001, que permite prevenir al máximo la contaminación originada en su propia actividad y respetar el entorno en el que se encuentra, estableciendo metas y objetivos cuantificables. La política ambiental persigue la reducción de la carga contaminante de los vertidos y el desarrollo de una gestión eficaz de los residuos y de los subproductos que, al tiempo que repercute en una mayor productividad y/o mejora de costes, debe contribuir a incrementar la protección del medio ambiente. Atendiendo a estos principios, manifestamos que todas nuestras actividades se llevan a cabo dentro del compromiso de cumplimiento de la legislación y de los compromisos que TRGF suscribe en materia de medio ambiente. En este ámbito, el Grupo cumple los compromisos derivados del acuerdo contra el despilfarro alimentario en España, auspiciado por AECOC y el Ministerio de Agricultura, que Riberebro suscribió en 2013. El Grupo promueve y facilita que los trabajos, tareas y responsabilidades de sus empleados se lleven a cabo en forma y modo adecuados a la protección del medio ambiente, y lo hace suministrando información e impartiendo formación a sus colaboradores. En el proceso productivo y en el resto de sus actividades, TRGF fomenta prácticas respetuosas con el medio ambiente, tanto a través de la reutilización de materiales como del consumo sostenible de recursos naturales. Del mismo modo, el Grupo trabaja con nuestros proveedores de materias primas para mejorar su comportamiento con el entorno. En definitiva, el propósito corporativo de TRGF es contribuir al respeto del medio ambiente mediante la mejora constante de los procesos de producción. Esta preocupación ha llevado a la compañía a establecer el ahorro y la eficiencia como ejes de nuestra estrategia medioambiental primando el desarrollo de la zona donde opera. La política medioambiental de TRGF es pública y está a disposición de todos sus empleados, proveedores, clientes y otras partes interesadas.
