Si utilizamos cardo fresco, tendremos que cortar las hojas y las espinas de los laterales de los tallos con un cuchillo pequeño. Después, retirar las hebras fibrosas de la cara acanalada y las de la cara lisa, y trocearlos.
Para esta operación, lo mejor es utilizar guantes, porque como sucede con las alcachofas, el líquido pegajoso que desprenden ennegrece las manos.
Finalmente, pon un litro de agua y una cucharada de sal en una cazuela, lleva el agua al punto de ebullición y cuécelos durante 15 minutos. Una vez cocidos, resérvalos dentro del agua de cocción.
PASO 1
Si empleamos conservas, escurrimos bien los trozos y los reservamos.
PASO 2
Cortar en cuadraditos el tomate y echarlo en una ensaladera. Pelar y cortar la cebolla y cortar con su piel, el calabacín. En una sartén, con una cucharada de aceite, saltear la cebolla y el calabacín. Cuando estén blanditos, les secamos el aceite y los juntamos con el tomate.
PASO 3
Hacer la vinagreta en un tazón, mezclando el zumo del limón con la sal, y cuando esta se diluya, añadimos el aceite. Batirlo con un tenedor, echarlo en el bol y mezclar bien.
PASO 4
Sacar de la nevera el foie y cortarlo en dados. Colocar en un plato o una fuente el cardo, echar encima el resto de la verdura y rematar con los dados de foie.